UVAS esféricas y oscuras, aroma ligeramente amargo, recomendado para acompañar carnes rojas, de indiscutible origen francés (la cepa es originaria del suroeste galo) y desde hace poco se sabe también que es el vino con mayor porcentaje de antioxidantes, lo que lo convierte en un valioso aliado para prevenir enfermedades cardiovasculares. Es la joya de la vitivinicultura uruguaya y el que le está dando renombre internacional a esta industria: Uruguay es el único productor en el mundo donde existen viñedos de esta uva a escala significativa. Incluso la superficie plantada de esta variedad representa un tercio de los viñedos del país.
Altamente recomendado para acompañar carnes rojas, quesos y pastas con salsas bien condimentadas.
Según los propios enólogos uruguayos, el Tannat es capaz de expresarse muy bien como monovarietal, esto es, en un vino elaborado totalmente con la cepa; pero presenta aún mejores características aromáticas y de textura cuando se presenta en corte con otras variedades. Tannat–Cabernet franc, Tannat–Merlot, Tannat–Syrah son las mejores combinaciones, ya que logran domesticar sus briosos taninos. También se pueden encontrar Tannat fermentados en barricas de roble, lo que ayuda a limar las asperezas propias de la variedad.
¿En qué se diferencia del tannat argentino? En que éste recibe en sus viñedos una mayor cantidad de sol, por lo que su aroma presenta una mayor diversidad de perfumes compotados y de frutos rojos, así como una gran cantidad de aromas especiados. Los maridajes más recomendados para un Tannat son las carnes rojas, incluso piezas de caza, asadas a la parrilla, que posean un buen marmoleo, con puntos de cocción intermedios. También es recomendable con quesos fuertes y pastas con salsas bien condimentadas. La forma sugerida de beberlo es a una temperatura que le permita al vino exponerse destacando sus aromas y sabores: ronda entre los 16° a 18°, para un vino joven y entre los 18°-20° para un vino de guarda.
A continuación repasamos cinco bodegas para conocer, según la enóloga María Mendizábal.
En La Barra y José Ignacio: bodega Garzón
Es un emprendimiento del argentino Alejandro Bulgheroni. Sus viñedos reciben la constante influencia del mar, que está a sólo 18 km. El paisaje es lindísimo, lleno de ondulaciones y vistas del horizonte sublimes. Además en la Bodega se pueden hacer un montón de actividades, desde picnics en los olivares hasta bicicleteadas al atardecer. En Bodega Garzón se enorgullecen de los vinos que están logrando. Hay que probar todos sus blancos y también sus tannats. El tip de esta bodega es además de sus vinos probar su increíble aceite de oliva.
En Punta del Este: Alto de la Ballena
Aquí se producen sesenta mil botellas entre el mar y la Laguna del Sauce, desde viñedos emplazados en la bellísima Sierra de la Ballena. Desde rosados hasta cabernet francés y obviamente, el emblemático Tannat.
En Montevideo: bodega Bouza
La Familia Bouza tiene una premisa: el trabajo a baja escala da mejores resultados, y así es como esta pequeña bodega busca cada año sacar al mercado mejores vinos. Producen además de Tannat y otras cepas más clásicas, una que es bastante desconocida para los argentinos: la Albariño, que es una uva blanca originaria de Galicia.
En Canelones: bodega Marichal
Si vas a hacer el recorrido por tierra, ideal hacer un parate en Bodega Marichal en Canelones. Familia de origen canario con ya cuatro generaciones dedicándose a la viña. No dejen de probar su Tannat Grand Reserve.
En Colonia: los Cerros de San Juan
En Colonia vale la pena visitar la bodega más antigua del Uruguay: los Cerros de San Juan. 150 años de tradición haciendo vino y 221 hectáreas de viñedos no sólo dedicadas al Tannat sino también a ocho cepas más, desde Chardonnay hasta Cabernet Sauvignon.