LA tradición vitivinícola de la familia Carrau comienza en la región de Cataluña, España en 1752. Don Francisco Carrau Vehils, un pescador de Vilasar de Mar, adquirió la primera viña de la familia el 2 de abril de ese año, según el documento original de un Notario Público de Barcelona guardado en el museo de la familia.
Desde entonces, la familia Carrau ha sido parte de un pequeño grupo en el mundo que se han dedicado, en silencio y sin descanso, al desarrollo de una tradición, representando actualmente diez generaciones ininterrumpidas de bodegueros.
Merece la pena destacar que las primeras medallas fueron obtenidas en 1888 y 1892 por vinos presentados en exhibiciones internacionales en Barcelona y Chicago respectivamente. Establecidos en Uruguay desde 1930, la familia Carrau es pionera en el desarrollo de vinos de calidad. Actualmente, Bodegas Carrau es una empresa familiar, donde Javier e Ignacio Carrau rinden homenaje a más de 265 años de sabiduría generada por sus antepasados.
Una tradición vitivinícola familiar que abarca tres siglos
Localizada en Montevideo y a sólo 17 kilómetros del centro, Bodegas Carrau es una opción ideal para quien visita la ciudad de Montevideo. La propuesta permite visitar su antigua cava y aprender sobre los diferentes métodos de elaboración.
Además, degustar la amplia variedad de vinos en el hermoso entorno de una bellísima casona colonial, parque y viñedo. Los turistas pueden descubrir la cava de reservas especiales ofrecida exclusivamente a quienes visitan la bodega.
Con el cuidado que une amor y conocimiento por la tierra donde se vive, la producción artesanal camina al lado de la tecnología ofreciendo productos únicos que enaltecen lo mejor de nuestras vides.
Para descubrir aromas y sabores
La familia Carrau invita a rescatar historias familiares que heredaron el arte de hacer de la uva el centro de la cultura. A lo que se suma un parque natural, rodeado de árboles, viñedos y aromas que junto a una arquitectura colonial hace renacer recuerdos de un tiempo pasado. La hospitalidad y experiencia de su gente conduce a recorrer la bodega y degustar sus vinos en un ambiente que nos traslada a una tradicional casa de campo de Uruguay.